jueves, 7 de abril de 2011

Autoestima baja

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de ellos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo; y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos dando un puntapié inicial a la depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpa, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotente y autodestructivo. Estos sentimientos son entonces tóxicos para nuestro organismo. Somos prisioneros de lo que no queremos aceptar. 
Comprender la influencia del medio familiar en nosotros y aceptarla sin condenar nos permite liberarnos y disfrutar de la vida. Creer en nosotros mismos es el primer trabajo para realizar. Creer que uno está antes que el logro. Si uno no cree en uno mismo, nadie lo hará.

Indudablemente nos preguntaremos el por qué de nuestra existencia en el mundo, y tal vez no nos centremos en la búsqueda de la respuesta en sí, sino mas bien en la pregunta misma. Si nos preguntamos el por qué, implícitamente damos por descontado que la existencia tiene un sentido, una finalidad, una meta. Desconocida, atemorizante, ilusionadora, esa finalidad se encuentra en un más allá en el tiempo, en un futuro que siempre se nos presenta incierto.
Considerar el tiempo como una variable categorial de la existencia es uno de los postulados de la psicología Humanistica. El tiempo que nos limita y nos enfrenta con la posibilidad del no ser, de la nada, de la muerte. 

El tiempo que nos señala la importancia del momento presente y la labilidad del futuro, así como la presión que en nosotros ejerce nuestra biografía.
Enfrentar el no ser nos confronta con nuestra propia finitud, derribando las ideas de omnipotencia y eternidad tan propias del ser humano. No pensamos en la muerte propia como una probabilidad, a menos que alguna enfermedad médica así lo diagnostique, Y aún así, el no ser se nos presenta ajeno.

Pero el no ser no es solo la finitud de la existencia biológica en cuanto tal. Es también el conformismo a lo pautado por los otros, el acceder a la renuncia del ser propio y ajustarnos a no ser, para convertirnos definitivamente en seres inauténticos.

Desde la inautenticidad se originan los mayores sufrimientos, las enfermedades psicológicas, la depresión, las neurosis, y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos pero constituyen una fuente de insatisfacciones y de dolor: timidez, baja autoestima, vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos. 

La Psicología Humanística se basa en la fuerte creencia de la existencia de una naturaleza positiva de los seres humanos que dan una perspectiva terapéutica favorable a sus sufrimientos. La teoría de la personalidad de Rogers lo resume: "el hombre es un organismo digno de confianza.( 1977). Este organismo apunta a desarrollar sus capacidades moviéndose hacia la autonomía. Esta orientación está presente en todos los seres vivos, y aunque la tendencia a la actualización se pueda suprimir no puede nunca destruírse sin la destrucción del organismo.. Cada persona tiene en sí el mandato de satisfacer su potencial, por lo que la tendencia a la autorrealización es inherente a la condición humana.

Pero...qué es lo que lleva a una persona al sentimiento de minusvalía existencial? Qué lleva a lo que llamamos "baja autoestima"?

Las respuestas pueden brindarse desde diferentes marcos referenciales. Consideraremos desde aquí el aporte de los psicólogos humanistas cuya visión nos acerca a la vivencia personal de los existenciarios básicos: temporalidad, espacialidad, corporalidad, causalidad. De modo tal podemos observar que quien experimenta baja autoestima suele ser un ser que no tiene plena confianza en las posibilidades propias, bien sea por experiencias que así se lo han hecho sentir, o por la respuesta especular de sus otros significativos, es decir, de las personas importantes en la vida del sujeto que mediante mensajes de confirmación o desconfirmación refuerzan el sí mismo o lo denigran. 


El yo es una relación consigo mismo, pero la mismidad de esta relación sería una ficción si no fuera originariamente una relación con las cosas y con los otros yo. No existe una autopercepción puramente psíquica porque la comprensión de nosotros mismos, de nuestros actos e intenciones acontecen en la medida que el ambiente nos suministra los temas y preocupaciones. "Las manifestaciones de la vida psíquica deben ser examinadas como reveladoras de modos esenciales de existir y proyectar un mundo. Cada enfermedad es específica y cada caso tiene su particularidad en virtud de la condición y libertad de paciente"( Jaspers).Y del mismo modo que somos-con-nuestro-nombre, que es parte misma de nuestra identidad, somos-con-nuestro-cuerpo. 

Desde el Existencialismo vemos el cuerpo como lo que aparece, como el fenómeno. Es un cuerpo que aparece ante alguien y ante alguien se manifiesta, lo que le da categoría de existencia en la realidad objetiva. Pero además ese fenómeno que existe en sí, existe para sí y eso nos remite a una relación con la propia corporalidad que no se da de manera totalmente conciente. Hay regiones del ser que permanecen opacas al sí mismo, porque el ser está aislado de su ser.

El espacio vivido es otra categoría a revisar. Nuestro cuerpo nos permite asociarnos con otros desde lo sensorial a lo afectivo más profundo, desde la mirada hasta la fusión mas orgásmica en la que se pierde el sentido de ser. En el espacio el cuerpo se experimenta, no excluye la palabra sino que la integra en la carga afectiva de la vivencia.
Tenemos ahora ciertos elementos para considerar: Un cuerpo que es causa y efecto de nuestras propias experiencias, que se relacionan directamente con dimensiones, intensidades y matices de la corporalidad. Un cuerpo que es vivenciado de manera diferente según las etapas evolutivas por las que atravesamos y que se somete a cambios constantes. Un cuerpo que se recicla en un ser que está "siendo" proporcionando dolor, placer, que habla, que calla, que oculta, y que da cuenta del tiempo vivido. Esa es la esencia primera del ser: está en devenir. 

En definitiva, nuestras categorías se desarrollan en la trama evolutiva de nuestra vida, ligadas a nuestra experiencia social y personal , y a las tecnologías con las que convivimos. Se nos ofrecen perspectivas variadas y disponemos de la libertad para optar, haciéndonos responsables del lugar desde el cual elegimos. Cuando nuestra libertad se encuentra acotada por la inseguridad en nosotros mismos, es el momento de pedir ayuda. Debemos ser conscientes de que tenemos posibilidades a descubrir, y cuando solos no podemos, hemos de recurrir a quien nos pueda acompañar en el camino de fortalecimiento de la autoestima, a quien nos ayude a ver con otros ojos el ser que somos y el que hemos de ser, que nos acompañe en este ser siendo que es inherente a la naturaleza humana . Llegar a habitarnos en cuanto a corporalidad inserta en el mundo reconociendo las limitaciones pero sin descuidar las posibilidades. Tal es la propuesta de la terapéutica existencial. La angustia nos remite a la fragilidad del sujeto en cuanto a incapacidad de ejercer sobre su propio cuerpo cualquier poder de sujeto parlante. El angustiado pierde distancia respecto del cuerpo del otro y deviene una corporeidad expuesta a su mirada. El angustiado canaliza en el cuerpo el afecto incontrolado, rompe la discursividad y es sentida por el terapeuta como especularmente . 

Indicios negativos de autoestima

La persona con autoestima deficiente suele manifestar algunos de los siguientes síntomas:
  • Auto crítica rigorista: tendente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo misma.
  • Hipersensibilidad a la crítica: que la hace sentirse fácilmente atacada y a experimentar resentimientos pertinaces contra sus críticos.
  • Indecisión crónica: no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
  • Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir «no», por temor a desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
  • Perfeccionismo: o autoexigencia de hacer «perfectamente», sin un solo fallo, casi todo cuanto intenta; lo cual puede llevarla a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
  • Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
  • Hostilidad flotante: irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aun por cosas de poca importancia; propia del supercrítico a quien todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
  • Tendencias defensivas: un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma. 

miércoles, 6 de abril de 2011

como mejorar el autoestima


1. VIVIR CONSCIENTEMENTE: respetar la realidad sin evadirse ni negarla-estar presente en lo que hacemos mientras lo hacemos-Donde está mi cuerpo está mi mente- Ser consciente del mundo interno y del externo.

2. AUTOACEPTARSE: No negar ni rechazar pensamientos- sentimientos-acciones, no podemos superar los sentimientos indeseables si no los aceptamos-Cuando hay auto aceptación, no hay enfrentamiento con nosotros, no soy mi propio enemigo-Comprender nuestro potencial es aceptar los errores y potencias, e implica responsabilidades. Al rechazar- sacrificar partes nuestras empobrecemos nuestro yo.

3. SER AUTORRESPONSABLE: somos autores de nuestras decisiones y acciones-realización de nuestros deseos-elección de nuestras compañías y cómo tratamos a los demás, a nuestro cuerpo y a nuestra felicidad.

4. TENER AUTOAFIRMACION: Es respetar nuestros deseos- necesidades, buscar expresarlos y tratarnos con dignidad en relación con los demás-ser auténticos es defender nuestras convicciones-valores-sentimientos y comunicarnos asertivamente con nosotros y con quienes nos rodean.

5. VIVIR CON DETERMINACION o PROPOSITO EN LA VIDA: identificar nuestras metas y llevar a cabo las acciones necesarias para alcanzarlas, es tener control de nuestra vida, no del exterior que nos rodea.

Las Metas-propósitos:

- organizan-centran nuestras energías

- dan significado-estructura a nuestra existencia

Cuando no tengo propósito-meta estoy a merced de mis impulsos o acciones de los demás. Para vivir con propósitos conscientes tengo que hacerme responsable de mis metas-necesito un PLAN DE ACCION y objetivos claros-disciplina-orden-constancia-coraje para no desviarme del camino.

6. VIVIR CON INTEGRIDAD ES:

Tener principios de conducta, fieles en nuestras acciones

- Ser congruentes con lo que pensamos-decimos-actuamos.

- Respetar compromisos-mantener promesas.

Cuando respondo a lo anterior, se produce en mi interior un resultado más importante que la aprobación de los demás. Es la aprobación de mi mismo y siento que soy una persona en quien se puede confiar y me agrada la clase de persona que he hecho de mi mismo. Esto es tener autoestima

La autoestima no se finca en valores externos NO VALES POR LO QUE TIENES, SINO POR LO QUE ERES.

Alta autoestima; Honestidad-libertad-congruencia-bondad- bien común-creatividad-gratitud-solidaridad-trabajo- comunicación-respeto-perseverancia.

La autoestima saludable es la base para responder activa y positivamente a oportunidades que se presentan en trabajo-amor-diversión y base de la serenidad de espíritu que hace posible disfrutar de la vida. Desarrollar autoestima es la convicción que uno es competente para vivir y digno de ser feliz, equivale a enfrentar la vida con mas confianza-optimismo, que ayuda a alcanzar metas y experimentar plenitud-Desarrollar nuestra autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser Feliz



RECOMENDACIONES PARA ALCANZAR METAS:

1. Entiende-acepta que tienes cualidades que puedes mejorar

2. Aprende que tú sueño es sólo tuyo-nadie lo podrá realizar

3. tienes algo bueno, puedes estar orgulloso

4. Libérate de conceptos que afectan negativamente tu persona

5. Vive responsablemente de acuerdo con la realidad

6. Acepta que eres importante

7. Aprende a aceptarte a través de lo que sientes y eres

8. Libérate de la culpa al evaluar lo que quieres o piensas.

9. Actúa de acuerdo a lo que deseas-sientes-piensas, sin tener como base la aprobación-desaprobación de los demás.

10. Siéntete responsable de ti esto genera confianza.

11. Vive auténticamente al aprender a ser congruente de sentir y de actuar.

12. Ama la valentía de amarte como persona éste es un derecho desde el día que naciste.

Si yo tuviera el valor de cometer errores…
Yo no cometería tantos errores.
Sería cuidadoso pero más relajado.
Podría disfrutar de mi trabajo.
Daría más oportunidad a ideas nuevas.
Tendría más ideas. Podría ser más creativo. Sería más feliz.
No sería irresponsable.
Si tuviera una actitud más comprensiva hacia mis errores…
No me sentiría fracasado y me esforzaría más. Daría más.
Me gustaría más a mí mismo. No estaría deprimido.
Sería más consciente. No lucharía con este miedo.
Sería el que soy, y no el niñito de mis padres.
Cuando aprenda a tener una actitud mejor hacia mis errores… Me sentiré menos tenso. Seré más responsable.
Mejorará mi trabajo, ensayaré cosas nuevas sin miedo.
Tendré que decir adiós a mi antiguo guión.
Me volveré mejor padre/madre para mi mismo.
Me esforzaré más.
Tendré que aprender que eso no es indulgencia para con uno
Tendré que practicar. Tendré que acostumbrarme a ello.
Me siento esperanzado.
Lo que me digo a mi es…
Me estoy haciendo a mí lo que antes me hicieron
Mis padres aún están en mi cabeza.
No tengo más compasión por mi mismo de la que tuvo mi padre. Me juzgo a mi peor de lo que me juzgó mi madre.
Si no puedo cometer errores, no puedo crecer.
Me estoy asfixiando a mí mismo.
Mi autoestima se destroza con los errores.
Cuando me sorprendo en un error…
Me digo que soy un estúpido. Me llamo inútil.
Me siento perdedor. Me siento asustado.
Me pregunto que sucederá cuando lo descubran.
Me digo a mí que es inútil insistir. Que es imperdonable.
Siento desprecio de mí mismo.
Si alguien me hubiese dicho que es normal cometer errores…
Yo sería una persona diferente.
Yo no cometería tantos errores, no tendría tanto miedo de intentar algo. No sería tan crítico conmigo mismo.
Yo sería más abierto, mas atrevido Yo rendiría más. 




como se forma el autoestima?

  • El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida, cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad. En la infancia descubrimos que somos niños o niñas, que tenemos manos, piernas, cabeza y otras partes de nuestro cuerpo. También descubrimos que somos seres distintos de los demás y que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas experiencias tem¬pranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando comen¬zamos a generar una idea sobre lo que valemos y por lo que va¬lemos o dejamos de valer. El niño gordito desde pequeño puede ser de mayor un adulto feliz o un adulto infeliz, la dicha final tie¬ne mucho que ver con la actitud que demostraron los demás ha¬cia su exceso de peso desde la infancia.
  • Durante la adolescencia, una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, el joven necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus posibilidades como individuo; también precisa apoyo social por parte de otros cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse valioso para avanzar con confianza hacia el futuro. Es la época en la que el muchacho pasa de la dependencia de las personas a las que ama (la familia) a la independencia, a confiar en sus propios recursos. Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se siente poco valioso corre el peligro de buscar la seguridad que le falta por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga destructivos como la drogadicción.
  • La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar). Las personas con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que sen realmente; al mismo tiempo, estas personas mantienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo misma que incluye pensamientos como:
    • Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto); !Siempre fracasaré! (se interioriza como que fracasaré en todo).
    • Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió: !Que torpe (soy)!.
    • Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se llevan las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro. Estás conmigo o contra mí. Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
    • Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
    • Personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás. !Tiene mala cara, qué le habré hecho!.
    • Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
    • Falacias de control: Sientes que tienes una responsabilidad total con todo y con todos, o bien sientes que no tienes control sobre nada, que se es una víctima desamparada.
    • Razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que este sentimiento refleja la realidad sin parar a contrastarlo con otros momentos y experiencias. "Si es que soy un inútil de verdad"; porque "siente" que es así realmente.

Que es el autoestima

AUTOESTIMA

Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”. La “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida. De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.
Las personas somos complejas y muy difíciles de definir en pocas palabras. Como existen tantos matices a tener en cuenta es importante no hacer generalizaciones a partir de uno o dos aspectos. Ejemplos:
  • Podemos ser muy habladores con los amigos/as y ser callados/as en casa.
  • Ser un mal jugador de fútbol no indica que seamos un desastre en todos los deportes.
  • Que no nos salga bien un examen no significa que no sirvamos para los estudios.